La normalidad que extrañamos
¡Hola!
Hoy quiero conversar contigo de lo que sé a muchos nos tiene pensando,
nos mantiene en preocupación y sé que hemos experimentado.
Hace
más de un año aproximadamente toda nuestra forma de interactuar con los
demás se vio bastante limitada y modificada, es extraño ahora ver
situaciones en donde no utilizan el cubre bocas (películas, series o eventos
de nuestro pasado).
Para
los que seguimos los protocolos de sana distancia o la tan denominada “nueva
normalidad” es y ha sido muy complicado todo lo relacionado con la
pandemia.
Hace
mucho tiempo atrás no hubiéramos ni siquiera imaginado que esto podría suceder
o que estaríamos tanto tiempo sin convivir con nuestros amigos, sin
asistir al colegio, sin hacer reuniones o festejar nuestro cumpleaños “en
grande”.
Ahora
es un poco difícil salir de casi sin el tan amado y odiado cubrebocas.
¡Quién
lo hubiera imaginado!
La
crisis sanitaria que ocasionó la llegada del COVID-19 ha impactado
duramente, no sólo en nuestra manera de vivir, sino también nuestra
manera de afrontar, la mayoría estuvimos inmersos en una negación
total (sí, hemos experimentado un duelo).
En
esto punto quiero aclararte que el duelo es proceso que surge como
respuesta ante una pérdida (estos pueden ser pérdida por muerte o pérdidas
simbólicas), lo aclaro porque a muchos nos tocó experimentar pérdidas
como trabajo, escuela, proyectos o incluso familiares y amigos por COVID-19,
y aunque ha pasado un año aun seguimos esperanzados de volver a
lo que antes teníamos.
Y más
allá de si es o no posible, todos estamos en esta nostalgia constante,
la normalidad que todos extrañamos y añoramos, muchos hemos
reaccionado de forma diferente ante esta crisis sanitaria, a muchos se les
presento la ansiedad, otros el aislamiento hizo que se agudizara
su depresión o incluso que la comenzaran a identificar.
Y
aunque el duelo forma parte de nuestras vidas y pasa por diferentes fases
la forma en que reaccionamos y la forma en que sentimos no son estáticas,
si no que fueron y seguirán cambiando a medida que pasa el tiempo o que
seguimos.
Todo
al principio fue tan rápido que no nos dio tiempo de analizarlo,
de entenderlo o de asimilarlo, nos despedimos de nuestros amigos del
colegio, de nuestros compañeros del trabajo o incluso de otras personas sin
saber si volveríamos a estar cerca de ellos o si en algún punto nos
volveríamos a reunir como antes o como solía hacerse antes de la
pandemia.
Al
igual que los otros procesos de duelo, existen en este fases que habremos
experimentado o que tendremos que experimentar, por ejemplo la negación,
ira, negociación, depresión y aceptación.
En este
punto debes estarte preguntando algo similar a la siguiente pregunta
¿Qué podemos hacer?
Bueno podemos comenzar por
- Escribir como nos sentimos.
- Escuchar música.
- Realizar meditación.
- Mantenernos en constante comunicación con nuestros seres queridos.
- Realizar dinámicas con las personas que están a nuestro alrededor.
- Enfocarme en mi desarrollo personal.
- Comenzar o retomar mis hábitos de lectura.
- Llevar un diario.
Sobre
todo identificar y validar nuestras emociones, reconociendo que sí, extrañamos
la antigua normalidad.
¡Síguenos!