LOS MILLENIALS PREFIEREN NO TENER HIJOS

Puede que suene más a una moda que a una forma de vida, y muy seguramente ya habrá adultos compartiendo este post burlándose o intentando burlarse de esto. Sin embargo, los millennials y centennials tienen varias razones para no querer hijos y muchas de ellas tienen sentido.

Si llegaste a este artículo hay varias opciones: has escuchado hasta el cansancio a tus tías preguntarte cuándo tendrás una novia o cuándo tendrás hijos; tu madre tiene ganas de nietos o quiere saber por qué su hijo no para de decir que nunca van a tener bebés. Lo cierto es que esto va más allá de una simple moda o tendencia; la postura de no querer traer más niños al mundo tiene diferentes razones de ser; te presentamos algunas de ellas:


  1. Nuestra generación siente un verdadero compromiso con el planeta y está consciente de que traer más hijos al mundo es prácticamente un sinónimo de contaminación a mayor escala.
  2. Si analizamos detenidamente, cerca del 52% de los millennials ganan apenas lo suficiente para subsistir por sus propios medios. Básicamente tener un bebé sería como condenar a una persona a la pobreza total, la diferencia con las generaciones pasadas es básicamente que las actuales están conscientes de los gastos económicos que tener una familia implica, y también están conscientes de que para traer una nueva vida al mundo debe tenerse estabilidad en todos los aspectos, de lo contrario, ese nuevo ser únicamente vendrá a sufrir.
  3. En un mundo que te exige estar cada vez más preparado, estudiar debe ser la prioridad número uno para cualquier persona. Aunque es posible, las posibilidades de que puedas estudiar y mantener un niño —todo por cuenta propia— son muy escasas.
  4. Llevan toda su vida escuchando horrores sobre el dolor y las consecuencias del embarazo; así que simplemente deciden saltarse esa "terrible" etapa.
  5. Tanto sus padres como los medios de comunicación masiva los han preparado para un estilo de vida bastante frágil e individualista. De una forma u otra, tener hijos rompería con esa idea de la vida perfecta.
  6. A pesar de que sus padres creen que es egoísta no tener hijos, algunos jóvenes piensan que es mucho más egoísta empujar a un ser humano a vivir en un mundo donde las posibilidades de crecer personal y profesionalmente son escasas.
  7. Su mente más abierta les ha permitido ver que hay más de una forma de tener una familia, muchas de la cuales no necesariamente incluyen la figura de un hijo.
  8. Pensar que en nuestra vejez el retiro será un verdadero problema, necesariamente implica creer que, de tener hijos, estos estarían heredando esa inestabilidad económica y laboral a la que estamos sometidos. Incluso podría ser peor.
  9. Al ser más conscientes de sí mismos, muchos millennials y centennials saben que sus inseguridades y miedos le van a causar daño a un niño. Finalmente ¿Sería justo criar una generación que prácticamente se asusta del mundo?
  10. Frente a un mundo que abre y cierra puertas constantemente, muchos jóvenes prefieren no arriesgarse a un mundo con menos oportunidades de realización.
  11. Hablando específicamente de México, las mujeres fueron criadas en familias donde la llegada de un hijo es sinónimo de privaciones. En ese sentido, la maternidad es vista como una barrera para la autorrealización.
  12. Contrario a las creencias populares de generaciones pasadas, los millenials y centennials (sobre todo mujeres) entienden muy bien que la función de una mujer no es necesariamente ser madre y que no pasa nada si ellas no lo quieren así.
  13. Son conscientes de la sobrepoblación que existe en los centros de adopción; básicamente sería egoísta seguir sobrepoblando a pesar de que existe tanto infante en condiciones precarias.
  14. Los millenials y centennials prefieren ocuparse de sus propios asuntos, algunos, por ejemplo, han decidido dedicar su vida al activismo, buscando los cambios a los problemas que actualmente nos aquejan.

Finalmente, por donde se vea, tener un hijo en estos tiempos, más allá de ser una bendición, podría no ser la mejor opción para la sociedad que nos dejaron las generaciones pasadas. De modo que, si no encontramos una manera de enderezar nuestro presente; traer a más personas a que sufran con nosotros el futuro sería un acto egoísta y desconsiderado para todos.