Un estudio realizado por la Asociación Americana de Psicología revela que los adolescentes ya padecen mayores niveles de estrés que la población adulta, e incluso, que los pacientes psiquiátricos de los años 50. Este preocupante hecho es una auténtica bomba de reloj para la salud de los más jóvenes.

Según el informe, el estrés que sufren los jóvenes de entre 15 y 19 años los hace más propensos a cuadros de irritabilidad y a sufrir de ansiedad o depresión. A eso hay que agregar que las formas que tiene este grupo de liberar tensiones son, por lo general, de carácter sedentario (navegar por internet, juegos de consolas), lo cual no ayuda en lo más mínimo a relajarse y mejorar la calidad de vida de los individuos.




Motivos de estrés en los adolescentes:

  • Exigencias y fracasos académicos
  • Pensamientos negativos sobre ellos mismos
  • Cambios en su cuerpo. La pubertad
  • Problemas con compañeros del instituto o acoso escolar
  • Vivir en un barrio problemático
  • Problemas de pareja de sus padres – peleas, separación o abusos
  • La muerte de un ser querido o una mascota
  • Una mudanza o un cambio de centro escolar
  • La realización de demasiadas actividades
  • Problemas económicos en la familia



¿Cómo reconocer el estrés adolescente?


No debemos esperar que nuestros hijos nos expliquen que estén estresados, porque probablemente ni ellos mismos sepan qué les pasa. Por este motivo, debemos estar atentos ante la presencia de algunos de los siguientes síntomas del estrés:

  • Agotamiento y cansancio crónico con sensación de malestar
  • Excesiva autocrítica
  • Sensación de persecución
  • Cinismo, irritabilidad y negatividad
  • Brotes de furia por motivos aparentemente triviales
  • Enfado cuanto les exigimos algo
  • Insomnio
  • Dificultad respiratoria
  • Sensación de inútil
  • Tendencia a correr mayores riesgos
  • Suspicacia




¿Cómo ayudar a un adolescente estresado?


Lo primero es ayudarle a reconocer que necesita ayuda – nada sencillo en el caso de los adolescentes que suelen pensar que son más que autosuficientes y saben más que los adultos. Requiere paciencia y ciertos dotes de comunicación lograr primero, que nos escuchen y segundo, que nos hagan caso. Por eso es muy importante hacerles comprender que respetamos los motivos por su estrés y queremos ayudarles a superarlo, y que tenemos completa confianza en su capacidad de hacer justamente eso.
Es importante hacerles ver que el estrés no solo es un problema de mayores, y que todos tenemos que aprender a resolver momentos de enorme estrés durante nuestras vidas. Que las consultas de psicólogos y psiquiatras no tienen nada de malo y que lejos de pretender meternos en su vida, les queremos ayudar.

Reconocer el estrés es el primer paso para superarlo y aprender a superar el estrés ahora supone una lección que les ayudará durante toda la vida. Aquí hay algunas ideas sobre cómo empezar:

  • Intentar ayudarles a identificar la causa de su estrés y hablar sobre cómo aliviar la situación. Si se sienten abrumados por sus deberes, les ayudaremos ordenar su trabajo y hacer un buen plan o buscar otro tipo de ayuda como clases particulares o cursos de regularización. Ayudar a fijar objetivos realistas para rebajar la presión. Si tienen problemas en el instituto, les ayudaremos a buscar una solución.
  • Una forma de combatir el estrés es a través de la diversión. Buscar alguna actividad familiar de ocio, ir al cine o alquilar una película y comprar unas pizzas, un partido de futbol, una cena especial…. cualquier cosa que le puede hacer ilusión y ayudarle a olvidar durante un ratito sus problemas
  • Aprender juntos maneras de combatir el estrés. Existen muchísimos recursos en Internet con consejos y ejercicios. Si es preciso, buscar la ayuda de un experto, pero no sin antes intentar recabar información y datos juntos.
  • El deporte es una magnifica manera de luchar contra el estrés. Tal vez le podemos animar a ir a un gimnasio o participar en un deporte de equipo, clases de tenis, natación, aerobismo….

Sobre todo, apoyarle.